LA ESPOSA SELKIE, INEVITABILIDAD DE UN DESTINO

Foto: Lucía Herrero

Foto: Lucía Herrero

Hoy es un buen día para hablaros de 'la esposa Selkie'. Lloraba reiteradamente al leer su historia en un libro de leyendas y me inspiró para hacer esta canción... ¿Sabeis quienes son ellas, las Selkies?

Ellas son mujeres- foca:seres femeninos que transitan ambos mundos -habitan en el mar y se convierten en mujeres en tierra firme. Se habla de ellas en Islas Británicas, Islas Orcadas, donde se conocen multitud de historias.

Bea y yo teníamos problemas con la palabra ‘foca’ y decidimos dejar ‘Selkie’ para no caer en la poca elegancia del término en castellano: La palabra foca tiene demasiadas connotaciones negativas en nuestro idioma!

La canción cuenta como un pescador se encontró con una selkie cuando estaba faenando con sus redes: inmediatamente se enamoró de ella, y le quitó su piel. Ella reclamó su piel al pescador, pero el le puso como condición devolvérsela solo si se casaban: ‘Te la devolveré después de siete años de matrimonio’. Así fue como la selkie accedió a casarse con el pescador, y cuenta la leyenda como el escondió su piel en un viejo granero. Vivieron juntos durante esos siete años, tiempo en el que tuvieron un hijo, vivían cerca del mar. Transcurrido el plazo la selkie le reclamó su piel al pescador, pero este se negó a devolvérsela... Ella, desesperada y bajo la llamada poderosa de su destino, buscó y buscó su piel, hasta que dio con ella en el granero, olvidada. Así fue como la selkie recuperó su piel y con ella su naturaleza, volviendo al mar y abandonando al pescador y a su hijo, quien iba a visitarla en su barca algunas noches, a escondidas.

Tal día como hoy pudo pasar esta historia, que seguirá pasando de muchas maneras...

Aquí podéis escuchar la música (disco LEYENDA) y leer la letra: 

https://open.spotify.com/track/7kNBvifnxJJ4hBCeJqf3yC

https://soundcloud.com/ana-alcaide-1/sets/ana-alcaide-leyenda

 

LA ESPOSA SELKIE (A. Alcaide/ B. Moreno-Cervera)

Me iré, vistiendo gris sola y brillante hacia el mar,

mi niño de sal, a mi hogar he de tornar

mas siempre sentirás en la noche junto a ti

mi lánguida nana sin son que una vez te hizo dormir

la fábula de una selkie y su antiguo penar

 

Tu padre, un pescador, quiso curarse el desamor

la tarde de luz en que bailando mi canción

desnuda como el sol, me arrancó sin pundonor

dos lágrimas, un por favor, el ruego amargo de mi voz,

mi piel de nacar y la risa de mi corazón

 

Cinco años y dos más su dulce esposa hube de ser

a cambio de que él jurara devolver mi piel

no era ése mi lugar, mi alma ríe donde el mar

y en el yermode mi prisión, el brote de una flor creció,

con aroma a vida en la luz de sus manos de lirón

 

El tiempo se abatió sobre tu cuna de marfil

y en mis huesos rotos, mi cabello fino y gris,

el ansia de partir a mi cueva bajo el mar

y selkie en su inmensidad, contigo, mi niño, nadar

hasta el abismo cristalino de mi libertad

 

La pena es que en mi mar tú no podrías respirar,

cantar, ni jugar con nuestras conchas de coral,

qué no daría yo, mi tesoro, mi mortal,

por engarzarte a mi piel tibia y tierna de animal,

que en nueve lunas te sirvió de cuna y de maná

 

Y entonces se marchó, ya no volvió la vista atrás

bañando su piel de perla en la espuma del mar,

tan sólo me dejó una historia que contar

y un dolor de corazón junto a una barca que abordar

memoria de la triste orilla de mi soledad